Compramos esta propiedad en el año 2004, sus instalaciones estaban en situación de abandono y las dos chacritas sembradas sobre-explotadas. Allí la lechuga y acelga crecían mediante criterios poco generosos para el suelo.
Primero reparamos un galpón en donde guardábamos las herramientas. Luego, refuncionalizamos las dos casas que había a nuestro criterio. Para ello tuvimos en cuenta conceptos de la Permacultura que adquirimos en la fundación Gaia de Bueno Aires y otras de Brasil.
Plantamos alfalfa, merilotus y avena para mejorar la tierra y transplantamos más de trecientos árboles diversos.
En este momento, estamos viviendo en la Quinta permanentemente y no pasa un sólo día sin que alguna pequeña y simple maravilla surgida de la naturaleza viva en busca de su equilibrio y esplendor, nos regale la energía y la felicidad que nos impulsa en lo cotidiano y nos invita a amarla, respetarla e integrarnos a ella más y mejor.
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